La solidaridad y el compartir
Cuando se haya varado y matado una manada de calderones comunes, se distribuye la captura. El administrador distrital calcula las partes y entrega vales que indican cuánta carne y grasa recibirá cada persona con derecho a compartir la captura.
La carne y grasa se dividen según el número de participantes en la faena y el número de calderones comunes capturados. Dependiendo del volumen de la captura los residentes locales también suelen recibir una parte.
Cuando el administrador distrital ha distribuido los vales, las personas se acercan al calderón enumerado indicado en el vale. A menudo, son varias las personas que comparten un mismo calderón y lo descuartizan juntos.
Primero, se saca la grasa en lonjas oblongas que se colocan en el suelo con la piel hacía abajo. Luego, se troza la carne y se coloca encima de la grasa para que no toque el suelo.
Cuando se ha sacado toda la carne, los que comparten el animal dividen la grasa y carne en partes. Luego, una persona se coloca de espaldas a los demás y a ésta se le pregunta quién debe recibir qué parte. De esta forma, se evita cualquier conflicto o distribución injusta.
La legislación feroesa rige la distribución de la carne y grasa y estipula que el administrador distrital, los capataces de la caza, así como otros que tengan responsabilidades oficiales, reciban una parte definida cada uno.
La distribución se basa en la solidaridad y sus raíces se remontan a las primeras cazas de cetáceos en las Feroe. El objetivo es distribuir las partes de la forma más equitativa posible y sin costo alguno.
En dos de las islas del archipiélago, Sandoy y Suðuroy, la captura se distribuye entre los residentes locales, no entre los que participaron en la caza. Esto significa que todos los que viven en el área reciben una parte igual de la captura.
Acá puede descargar una traducción al inglés de parte de la legislación feroesa que norma la caza de cetáceos: Decreto de la faena de calderón común.